LA DIVISIÓN - CONCEPTO ARITMÉTICO.

La división, desde la perspectiva de la aritmética, ya que también posee un sentido geométrico, es la operatoria mediante la cual a partir de un TODO conocido, si conocemos la CANTIDAD DE VECES que contiene a un NÚMERO, hayamos ese número, o bien, a partir de un TODO conocido, si conocemos EL NÚMERO al que contiene hayamos LA CANTIDAD DE VECES que contiene a ese número dado. En definitiva, es un reparto equitativo del TODO para determinar LA CANTIDAD DE VECES, o EL NÚMERO al que contiene. En relación a la multiplicación es una operación aritmética inversa, lo que supone otra manera de componer y descomponer números.

Para introducirla y trabajar el algoritmo, y a la vez, repasar de manera lúdica y operativa las “Tablas de multiplicar”, debemos apoyarnos en un material manipulativo muy rico para que el alumnado lo experimente: la Caja McKinder, un tablero diseñado por la profesora Jessie McKinder (de ahí su nombre) que desarrolló su docencia en Chelsea, Inglaterra, con el uso de fichas del parchís, donde las azules representan unidades, las rojas representan decenas, las verdes son centenas y las amarillas, unidades de millar.

Lo importante que ha de asimilar el alumnado es el concepto de ESTRUCTURA MULTIPLICATIVA, donde existe una relación entre un TODO, una CANTIDAD que se repite UN NÚMERO DE VECES, y un NÚMERO al que contiene, le ayuda fácilmente a deducir si el problema lógico matemático se corresponde con una multiplicación o con una división, en función de lo conocido, y la Caja McKinder es un magnífico instrumento que ayuda a percibir y fijar esta Estructura.

La división:

Pincha para ver el video.

El algoritmo de la división funciona siempre manteniendo el concepto trabajado sean cual sean los números que componen tanto el dividendo (lo que estamos dividiendo), como el divisor (quien lo divide).

La división con dividendo de dos o más cifras:




La división con divisor de dos o más cifras:




Es un algoritmo inclusivo, que atiende la diversidad, es creativo, y nos permite ver cómo piensa y procesa nuestro alumnado.

Toda respuesta tiene que ser aceptada. Nuestras contra-preguntas con respecto a la solución que aporta cada uno y cada una servirán para descubrir las propiedades de la división y su relación con la multiplicación (cada alumno/alumna puede llegar por diferentes caminos a una misma solución), y por tanto respetar a los demás, a su visión diferente, para corregir errores (lo deben hacer ellos y ellas mismas), comprobando el resultado en relación a la cuestión planteada.

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